domingo, 29 de marzo de 2009

Un canto a la vida



"Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de todos,que es mi propio canto.
Gracias a la vida que me ha dado tanto."

(Violeta Parra)

¿Cuántas veces habremos cantado, tarareado o al menos escuchado estos versos? Yo, personalmente, la he cantado mucho, es un canto a la vida impresionante. Hoy me dice mucho más de lo que me dijo en sus tiempos. Hoy me habla de vida, de respeto, quizás en otros tiempos me habló de libertad. La risa y el llanto, los dos materiales que forman mi canto, que bonito distinguir lo triste y lo alegre, la dicha y el quebranto, lo mio y lo tuyo... Pero lo mejor de la canción está en: el canto de todos que es mi propio canto.
Entre mis "pequeños duendes" hay uno que está esperando un hermanito. Todos los días cuando Yaiza llega a clase le preguntamos:
-Yaiza, Edgar ¿ya nació?- y la niña con cierto aire de tristeza y desesperación nos dice: -No, todavía no, Marisa, no salió, será mañana. Ese mañana se vislumbra en sus ojos con esperanza, ilusión, alegría y emoción.
Yaiza -le pregunto- ¿tú tienes ganas de ver a tu hermanito, de que nazca? Y ella con los ojitos redondos y brillantes por la emoción me responde: sí, sí, se llama Edgar.
Y Edgar tiene mucha suerte, porque una familia está esperando por él, ansiosos de su llegada a este mundo, con todo un proyecto de vida por delante, independientemente del color de sus ojos, de su peso, estatura o forma de ser, incluso de su formación genética.
Esto me hace tener sentimientos encontrados, alegre por Edgar, porque su SER va a poder sentirse acogido, porque es un niño deseado, esperado, y también me siento triste por todos aquellos niños que no lo son ni lo van a ser. Me pregunto que sentido tiene que hoy luchemos por dar acogida y por tener más centros dónde nuestros niños puedan estar, que se apueste por las Escuelas Infantiles y los Centros de Educación Infantil y de este modo facilitar a las madres trabajadoras el poder compaginar trabajo y maternidad, si luego planteamos a éstas el que elijan ser madres. Me resulta contradictorio.
A mis "pequeños duendes" prefiero educarlos en el canto a la vida que es mi mismo canto.
Desde mi centro donde yo he visto a muchos niños llegar y marchar, de toda condición y clase, donde todos han sido un verdadero regalo para mi vida, y donde todos tienen un espacio y una oportunidad para crecer y ser felices, yo quiero hacer un canto a la vida y dar las gracias.
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Felicidades Edgar, eres un niño afortunado. Todos te esperamos.



miércoles, 18 de marzo de 2009

Educando sentimientos



" La estrella Brillantina estaba muy triste aquella noche porque había perdido una de sus cinco puntas, no sabía ni como ni dónde.
- Y ahora ¿qué voy a hacer?- decía preocupada a sus amigas-.Ya no soy una estrella perfecta, soy una estrella rota...Esta noche no podré alumbrar el cielo con vosotras, me da mucha vergüenza que me vean así.
Sus amigas sentían mucha pena por ella e intentaban animarla:
-Brillantina, no te preocupes, te vamos a ayudar a encontrar el trozo que te falta."

(Cuentos para sentir. Begoña Ibarrola)

Este pequeño texto, está sacado del cuento "Se busca un trozo de estrella" que pertenece a un libro estupendo que se llama Cuentos para sentir. Educar los sentimientos. Su autora es Begoña Ibarrola. En él hay una dedicatoria que dice así:
"A todos los niños del mundo y al niño que todos llevamos dentro"
El 26 de Febrero de este año en su IV edición de las Jornadas de Educación Infantil -Tú les das vida- la editorial S.M. traía a Oviedo a Begoña Ibarrola para hablar del desarrollo de la competencia emocional en Educación Infantil. La jornada se titulaba: Crecer con emoción.
Yo no pude asistir, pero estoy segura de que fue interesante, pedagógica y sobre todo emocionante. Tengo la esperanza de que la oportunidad se me pueda repetir en otra ocasión.
Me alegra mucho el pensar y saber que la escuela no se quiere limitar a transmitir conocimientos, destrezas y habilidades solamente, sino que contribuye también a una educación emocional, que en los niños prima sobre lo intelectual, como lo mágico y lo fantástico sobre lo real. Aprenden sintiendo y poco a poco van descubriendo el mundo desde su afectividad. Si ayudamos al niño a ir conociéndose, aceptándose, identificando cuáles son sus sentimientos, reconociendo los de los demás, si le ayudamos poco a poco a conocer el porqué de sus reacciones, podrá ir descubriendo valores que le ayudarán a tener una conducta cada vez más positiva.
A mis "Pequeños Duendes" les cuento los cuentos de Begoña Ibarrola y a veces descubro cosas interesantes y sorprendentes. Cuando terminé de contarles el cuento de Brillantina, entablamos un pequeño diálogo y les preguntaba yo sobre los sentimientos de la estrella:
-¿Cómo creéis que se sintió cuando perdió el trocito? ¿os habéis sentido alguna vez como Brillantina? ¿Qué harías tú para ayudarla?
Y en esta última pregunta Rubén y Aroa contestaron casi a la vez:
-Yo le regalaría algo para que se pusiera contenta - no, dijo Marta -lo que tenemos que hacer es ayudarla a buscar el trocito entre todos.
Las respuestas me desconcertaron y sorprendieron. Por un lado pensé en lo que puede significar el "regalar para poner contenta", me sonó a compra de sentimientos, camuflar, disfrazar, tapar y disimular. Y por otro lado la opción que implica participación, acción, compañerismo y empatía. Dejé que ellos eligieran la mejor opción, y aunque la segunda supone más compromiso y acción, salió adelante. Lo cual me hizo sentirme orgullosa y satisfecha de mis "pequeños duendes" que poco a poco van aprendiendo a SER. Es un reto muy grande para padres y educadores educar la inteligencia emocional, pero creo que merece la pena el esfuerzo. Os animo a que os sumerjáis en este maravilloso mundo, disfrutad de los cuentos y descubrir "el niño que todos llevamos dentro".

lunes, 16 de febrero de 2009

El planeta de los conocimientos




" Cuando vio mi avión por primera vez me preguntó:
-¿qué es esta cosa?
-No es una cosa.Vuela. Es un avión. Es mi avión.
-¿Cómo? ¿Has caído del cielo?
- Sí, dije modestamente.
Ah! ¡Qué gracioso!....
-Entonces, ¡tú también vienes del cielo! ¿de qué planeta eres?"

(El principito. Antoine de Saint-Exupéry)

Uno de los mejores libros, sin duda que yo he leído. Y cada vez descubro alguna cosa nueva. Nos enseña el valor de la amistad, el heroísmo y la responsabilidad. El principito, ese pequeño ser que pregunta incansablemente: ¿para qué sirven las espinas de la rosa? ¿qué es domesticar? ¿qué significa admirar?...
Los que estamos en contacto con niños sabemos lo que es tener experiencia de vivir acosados a preguntas. Aunque quizás ahora la sed de conocer y saber no es tan grande como hace algunos años. Ahora que nuestros alumnos tienen tanto a su alcance a veces me parece que, como el principito, vienen de otro planeta. Ahora que manejan un ordenador antes que una bicicleta y el mando de una video-consola mejor que el cuchillo y el tenedor. Es increíble la falta de experiencias tan comunes y cotidianas, que me hacen sentirme a años luz de estas generaciones.
Cuando pregunto a mis "pequeños duendes" de dónde viene la leche y contestan del Alimerka, o les muestro un higo y pregunto ¿qué es? y me responden con cara de extrañados: -será una pera. O cuando les pregunto de dónde sale el queso y ellos contestan de los ratones. Pienso que posiblemente crean que esa pera extraña y yo, somos sin duda de otro planeta.
Y yo me siento entonces como el avión, caída del cielo en un desierto y con el fuselaje destartalado, con muy pocas energías para volver a emprender el vuelo.
Sin embargo, es mucho mejor que nos acribillen a preguntas y que seamos capaces de dedicarles tiempo para contestarlas, a que pasen por este mundo sin ser conscientes de lo cotidiano, lo natural y lo sencillo.
Es para mi un reto poder transmitir a mis "pequeños duendes" los tesoros que nos ofrece la vida, que adquieran las más sencillas experiencias que les harán valorar los detalles de lo que verdaderamente es importante y les ayudarán a ser más felices.

lunes, 26 de enero de 2009

Educar para la Paz



Los Juguetes son para Jugar a Jugar (de verdad)
No para Jugar a Matar (de mentira)
Las pistolas (ni de agua)
El revolver (ni de broma)
La escopeta (ni tocarla)
Los juguetes para todo
Y las armas para nada.

(Gloria Fuertes)


Poesía sencilla, clara, y con mucho contenido. De esa gran mujer, poeta (y no poetisa como ella decía) que tanto nos ha aportado al mundo de la infancia. Sus poemas son un buen recurso para un aula de infantil, sus rimas graciosas, entretenidas, gustan a los pequeños y nos hacen reflexionar a los adultos. Los juguetes son para jugar a jugar (de verdad) habla y reivindica la paz en contra de la violencia. Es un toque de atención a un juego sencillo con herramientas que no hagan daño. Educar para la paz con el juego y el juguete, para el día de mañana poder llegar a ser unos hombres y mujeres pacíficos. Esta reflexión me hacía yo con la poesía, cuando se me viene a la cabeza el recuerdo de una anécdota de mis "pequeños duendes".

Era una de esas mañanas tranquilas y sosegadas en la que los niños que van entrando en el aula aún vienen medio aletargados y no ha despertado el bullicio y el alboroto, mientras todos esperábamos a que llegasen el resto de compañeros que vienen en el transporte escolar. De pronto se abre la puerta -aquí están- encabeza la expedición Pelayo, que con mucho brío tira la mochila desde la puerta debajo del perchero y dice:

-Aquí estamos, hemos llegado, los peligrosos del barco.

Según lo escucho podéis imaginaros la risa que me dio. Un segundo después pensé:

-Vaya día que me espera.

Y digo yo a modo de reflexión, ¿cómo se puede educar para la paz cuando ya se viene predestinado para la guerra?

Y los peligrosos del barco juegan a piratas que matan a capitanes de barcos, y construyen armas con las piezas de colores, y un lápiz es un puñal, y un pincel una espada... etc.

El día 30 de Enero es la jornada escolar por la paz y la no-violencia, la celebraremos con algún gesto, concienciándonos y convenciéndonos de que es posible un mundo en paz. Y en casa el mensaje es: defiéndete, no te dejes, si te dan da tú más fuerte. Me pregunto si los adultos somos conscientes del alcance de éste mensaje. Tanto desde lo que se dice en casa como lo que los niños ven por la TV. Yo desde luego no pienso tirar la toalla y seguiré apostando para que los juguetes sean para jugar de verdad, para que mis "pequeños duendes" sueñen con barcos cargados de paz, que navegan a un mundo mejor.


domingo, 28 de diciembre de 2008

El Otro Rey


Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?
Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.

( Mateo 2, 1-2 y 2,11)

En estos días previos a la Navidad en los que hemos estado muy ocupados con muchas actividades, preparando las actuaciones de la fiesta de Navidad, talleres de adornos navideños y la visita al ya tradicional Belén de Berta Martín (uno de los mejores del mundo mundial), contaba yo la historia de los Magos a mis "pequeños duendes", por aquello de documentar lo más posible la visita y los acontecimientos que en estos días iban a vivir en su entorno. Y con la historia de los Magos, surgen los interrogantes: ¿De quién es ese castillo?, ¿y quién es ese Herodes?, ¿qué le llevó al niño?, ¿pero no son tres los Reyes Magos? Es cuando toca contar la historia de Herodes y los inocentes.

Al final del relato, contado a modo de cuento de esos que dejan sentir la emoción en los ojos y en algunos también el miedo y la preocupación, surge la pregunta:
-Profe, ¿Herodes ya murió?
-Si, hace mucho tiempo - veo que asoma cierto sentimiento de temor en la pregunta-. Tú tranquila, ya murió.
Pero los niños, siempre sorprendentes y ansiosos de saber... Vuelven a preguntar.
-¿Y tiene parientes?
La sonrisa se me escapa y me siento emocionada, sorprendida e impresionada. ¡Es increible!, ¡qué cosas se les ocurren!
No desperdicio la ocasión, y les digo:
- Pues no lo sé, no creo, pero vosotros sed prudentes, no vayáis con desconocidos, en estos días de jaleo en las calles y centros comerciales no os soltéis de la mano de papá o mamá.

Me vienen entonces a la cabeza todas esas noticias que leemos a diario en la prensa y vemos en la TV de "los herodes" de nuestro mundo. Pues claro que tiene parientes -pienso- y si no ¿cómo podemos llamar a los que hacen daño a seres inocentes, menores y desprotegidos? Algunos no tienen la ocasión de poder crecer y otros no se les concede el privilegio ni siquiera de nacer.
La pregunta me hizo reflexionar, es posible que "mis pequeños duendes" sean tan intuitivos y perciban el peligro, el riesgo y esa figura de Herodes les haga percibir que hay algo al acecho de lo que tenemos que protegerlos. Quizás es una llamada de atención, una alerta. Por eso yo deseo
que el brillo de las luces de la Navidad no nos empañen la risa de los niños y el verdadero regalo que son para nuestro MUNDO. Ellos necesitan nuestra protección y nuestro cariño, son el don más valioso que tenemos y además nuestra esperanza de futuro. FELIZ NAVIDAD.





sábado, 6 de diciembre de 2008

Derechos del niño.


"Los hijos no necesitan padres impresionantes, sino seres humanos que hablen su lenguaje y sean capaces de penetrar en su corazón.
Educar es sembrar sabiduría y cosechar con paciencia. Educar es ser un buscador de pepitas de oro que va tras los tesoros del corazón."
(Augusto Cury)


Hablando de derechos del niño, que bueno sería que hiciésemos una reflexión sobre este pequeño texto de Augusto Cury que viene recogido en su libro "Padres brillantes, maestros fascinantes". ¿Acaso no os seduce la idea?... Maestros fascinantes... Otro reto para los que nos dedicamos a "buscar pepitas de oro". Además del título que invita a renovarse, el libro nos propone siete hábitos que podríamos incluir tranquilamente en la declaración de los derechos de los niños, que son:
1. Los buenos padres dan regalos, los padres brillantes ofrecen su propio ser.
2. Los buenos padres nutren el cuerpo, los padres brillantes nutren la personalidad.
3. Los buenos padres corrigen errores, los padres brillantes enseñan a pensar.
4. Los buenos padres preparan a sus hijos para los aplausos, los padres brillantes preparan a los hijos para los fracasos.
5. Los buenos padres conversan, los padres brillantes dialogan como amigos.
6. Los buenos padres dan información, los padres brillantes cuentan historias.
7. Los buenos padres dan oportunidades, los padres brillantes nunca desisten.
Cuando leo esto y pienso en "mis pequeños duendes" se me vienen a la cabeza esas pequeñas anécdotas que te cuentan a la vuelta del fin de semana:
- Profe, ¿sabes dónde fui?, al burguer a comer una hamburguesa y a la piscina de bolas.
- y, ¿ qué tal te lo pasaste?
- Bien, pero perdí los zapatos y un niño me ponía el pie en la cabeza al subir al tobogán y otro me agarró por los pantalones y me metió un dedo en el ojo, y...
- ¿volverás?
- sí, por que como llueve y no puedo ir al parque.
El fin de semana, tiempo de descanso, tiempo para estar juntos, tiempo para la familia, tiempo para conversar, ir al cine, jugar, relajar y distender, educar y aprovechar para descubrir y descubrirnos, tiempo para sembrar y cosechar. Me pregunto si en ese tiempo esas "pepitas de oro" no se llenarán de barro, de fango, de musgo y de moho y queden ahí como pequeñas piedras bajo la tierra, en el fondo sin ser descubiertas entre tantas bolas de colores y tanta TV. Os invito a la reflexión, es tarea de todos el encontrar los tesoros del corazón de los niños. Eso si que es un derecho. Yo quisiera ser una de esas "maestras fascinantes" y es un reto para mi día a día descubrir esos tesoros en mi aula, desempolvarlos y ayudarlos a brillar. Los niños son nuestro tesoro, y lo esencial no está a la vista bien lo recoge el libro de "El principito" -el tiempo que perdiste con tu rosa hace que tu rosa sea importante

viernes, 31 de octubre de 2008

Memoria agradecida.

"Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía , sino hacer de él alguien que no existía"

(John Ruskin)


Me encantó la frase cuando la leí, la descubrí leyendo frases en un magazine. Me hizo pensar - ya sabéis - en "mis pequeños duendes". Sentí el vértigo de la responsabilidad . Y a la vez el reto de poder conseguirlo. ¿Por qué no puede ser posible?.Recordé entonces mi infancia. Y con ello aquellas personas, aquellos educadores que han hecho de mí "una existencia" de vida. A ellas quiero dedicar como homenaje en "Memoria agradecida" este sencillo texto que intenta ser reflejo de lo que existe en mi corazón.

Hace unos días tuve el honor de ser invitada a la celebración del 50 aniversario del Colegio Paula Frassinetti -congregación de las Hermanas Doroteas-, del que yo soy antigua alumna ( !...y de las antiguas, comencé en el año 67...!) .

Desde el día que Dora, la directora, me lo comunicó estuve esperando el acontecimiento con ilusión y emoción. Sería una manera de volver a vivir aquellos momentos de mi infancia y adolescencia. Llegado el día, puedo deciros que asistí llena de alegría. Iba dispuesta a empaparme de todo y disfrutar de cada detalle y cada minuto. Comenzó la celebración con la Eucaristía. El sólo hecho de ver a todo el colegio allí, participando y celebrando con sencillez, humildad y alegría , me llenó de gozo. Pasaron ante mí muchos recuerdos . Recuerdos de mis compañeras, que algunas no las he vuelto a ver, pero no las he olvidado , aún están en mi corazón. El recuerdo de aquella profe que me hizo amar la lectura y aún vivo "enganchada" a los libros. Los pasillos brillantes, el olor en el laboratorio de ciencias, el uniforme con el cuello duro, luego la falda de cuadros ....como había cambiado todo y a la vez nada. Se respiraba el mismo ambiente.Fue como un sueño real y ahora más consciente. Pude ver la sencillez del trabajo realizado - IN SIMPLICITATE LABORO- ése es el lema que está grabado en el escudo. Y se vio reflejado en el acto. Una eucaristía, sencilla , elaborada, participativa y organizada. Me sentí como en casa , ese sentimiento de estar a gusto, acogida, de pertenecer a una familia.
Por ello no puedo menos que sentirme agradecida y expresar mi gratitud a mis primeras y únicas educadoras, que consiguieron hacer de mi "alguien que no existía". Gracias por la entrega y el cariño que habéis depositado en mí. Gracias por ayudarme a ser mejor persona , mejor mujer y mejor creyente. Gracias por seguir trabajando con sencillez y darnos la oportunidad de poder celebrar con vosotras estos cincuenta años educando,sembrando el mundo de mujeres y hombres que son alguien. A mi me habéis recordado el reto que tengo como educadora ante "mis pequeños duendes". Podemos celebrar con orgullo que el estilo educativo de nuestra "Santa Paula" aún sigue teniendo sentido y es actual, aún sigue educando para ser ALGUIEN.
GRACIAS POR VUESTRA LABOR.



lunes, 13 de octubre de 2008

Los rotuladores de Erika


"...Crees que yo te mentiría , Amir agha?
De pronto decidí jugar un poco con él.
- No lo sé. ¿Lo harías?
-Antes comería tierra - respondió con una mirada de indignación.
-¿De verdad? ¿lo harías?
Me miró perplejo.
-¿Hacer qué?
-comer tierra si te lo pidiese- dije ."
( Cometas en el cielo .Khaled Hosseini)

Si no habéis leído este libro, os invito y animo a que lo hagáis. Es una historia conmovedora, pero sobre todo es una historia de amistad , de lealtad y de como la casualidad se puede convertir en algo que toca nuestro destino.
Pero volviendo a la amistad , esa palabra, ese afecto personal puro y desinteresado que no podemos vivir sin él. ¿ Quién no tiene un amigo? ¿quién no recuerda un amigo de su infancia?
Quizás una de las cosas que más recuerda uno de su infancia son los amigos .Yo tenía uno al que le preguntaba:- ¿somos amigos? y él me contestaba -sí-. ¿hasta cuando? decía yo-, hasta los higos. Amigos hasta los higos. ¿sabéis cuando salen y se comen los higos? Pues eso, hasta ahí duraba nuestra amistad todos los veranos.
Ahora mis "pequeños duendes" también están en edad de "echarse amigos" y me dicen : -sita-Aroa no es mi amiga, o -Samuel es mi amigo, pero ................¡ay que peligro! cuando la amistad tiene que ser leal, incondicional y a partir un piñón,comienza el problema . Empiezan los chantajes,las peleas, los enfados.....- Si me dejas la muñeca te dejo que seas mi amiga- . Empieza la compra-venta. -Soy tu amigo si.....- empieza el chantaje.
Pero lo mejor de todo es esa incondicional e inocente generosidad de los amigos.
Un día de estos atrás, Erika había llevado unos rotuladores de colores preciosos- mira sita que rotuladores, son de muchos colores. Se los dejaré a mis amigos.
Pasadas las horas de trabajo, juego descanso y de nuevo en el aula , ¿quién iba a acordarse de los rotuladores? Observo que unos niños están "ligeramente tatuados" en manos y piernas, y a medida que voy observando a cada uno de mis duendes veo que algunos están totalmente "maquillados". ¡¡¡¡¡Ayyy!!!!! Al borde de un ataque pregunto:
-¿pero que hacéis todos pintados? ¿ a qué se debe?
-es que Erika tiene unos rotus chulísimos y nos pintó a todos.
Recordé entonces los famosos rotuladores y lo que me había dicho por la mañana.
-¡Y a mí me van a matar vuestras madres¡
- No te preocupes-sita -dice Erika- son lavables.

Comprendí entonces que Erika tenía muchos amigos, no sólo de su aula, sino del aula de al lado también. Y me hizo reflexionar sobre las veces que observo el chantaje , y el precio de tener un amigo . Sin embargo esta niña había gastado sus rotuladores con todos los que quisieron estar "tatuados" y no le importó. Un día y otro mis"pequeños duendes " me dan lecciones, y compartir es una de las que al cabo del día repetimos en nuestras aulas como un valor a vivir y a transmitir.
Aunque los papás y mamás hayan tenido que frotar , yo he descubierto un valor humano muy grande en Erika: la generosidad. Gracias Erika.



martes, 9 de septiembre de 2008

Esta noche he soñado.


Esta noche yo también he tenido un sueño. Un sueño entrañable lleno de recuerdos . Recuerdos de mi infancia. He soñado que era niña , eran uno de esos días de verano, con un claro e intenso azul del cielo y un transparente verde mar. Yo estaba en el agua, subida en una barca de tantas que había ancladas en la playa, la que más me gustaba, aquella pequeña de color blanco y verde que siempre estaba un poco solitaria del resto y más adentrada en el mar. Y tú papá , estabas dentro del agua, disfrutando del baño e intentando que yo saltase desde la barca para aprender a "tirarnos". Yo sabía nadar, pero la profundidad, el no poder ver el fondo y la oscuridad del mar, me hacía dudar, desconfiar , tener miedo. Temer lo que no veía , ¿cuanto cubrirá? ¿qué habrá dentro? , ¿y si hay peces cerca? .... Tú me decías "tírate Marisa, salta" , "no tengas miedo , yo estoy aquí, todo irá bien"a la de una, dos y tres... Y yo cerrando los ojos y notando el vértigo desde mi estómago con un cosquilleo que me llegaba a la nariz , me lanzaba al vacío confiando plenamente en ti.......



A la vuelta de los años , nuestras vidas y nuestra relación padre-hija, como todas las relaciones entre padres e hijos, en un punto de la vida y sin saber dónde ni porqué, dan la vuelta y giran. Y ahora he sido yo quien he tenido que decirte a ti "tírate papá, no tengas miedo", aquí vamos a seguir siendo felices, yo estaré bien ,me quedo con nuestros mejores recuerdos - los tuyos y los mios- incluso aquellos que hemos tenido en los últimos momentos de tu vida . Vete tranquilo, deja que te llene la paz, la serenidad, déjate llevar e inundar de esa Nueva Vida donde tu serás feliz y donde- al igual que yo cuando saltaba al mar - sentirás en el miedo el abrazo intenso y seguro de Aquel que más ansías y más te quiere.

Y cuando has saltado de la barca una vez, sabes que serás capaz de hacerlo una y mil veces. Pero a veces lo difícil es convencer a un pequeño de que se arriesgue, de que pierda el miedo, aunque pienso que es aún más difícil asegurarles que nosotros estaremos ahí siempre, para lo que sea. Sólo el amor nos hace confiar, vencer miedos, volver a intentarlo y saltar una vez más. Es algo que yo me planteo tener en cuenta en mi relación con mis pequeños duendes, para intentar hacer de ellos "pequeños valientes" de éste mundo.

Yo me siento satisfecha y orgullosa de mi papá y le doy las gracias por todo lo que de "valiente" ha añadido a mi vida y a mi persona (además de otros valores). Y ahora, desde el recuerdo, el cariño es aún más grande y mi corazón se ha ensanchado para quererle aún un poquito más.

viernes, 8 de agosto de 2008

Prohibido Entrar Bajo Ningún Concepto y Sin Excepciones




....Entonces se marcharon y Padre volvió a su despacho, donde estaba Prohibido Entrar Bajo Ningún Concepto y Sin Excepciones.
Bruno bajó despacio la escalera y vaciló un instante frente a la puerta. Estaba triste porque Padre no había subido a verlo durante la hora , más o menos que él llevaba en la casa nueva, aunque ya le habían explicado que Padre estaba muy ocupado y no había que molestarlo por tonterías como un saludo.

( El niño con el pijama de rayas. John Boyne)


Bruno es un niño de nueve años protagonista de esta tierna y entretenida novela , que recomiendo leer por sencilla, accesible y conmovedora que aporta reflexión , y una experiencia lectora difícil de olvidar.

Al menos a mi me ha hecho reflexionar ese despacho de su distante padre, que a los ojos del niño recibe el nombre de: "Prohibido Entrar Bajo Ningún Concepto y Sin Excepciones" . Ese lugar donde está prohibido el paso, donde no se puede acceder, donde ponemos límites y limitaciones al otro , en este caso al niño. Ahí donde yo no dejo que él entre, ahí donde hago uso y abuso de mi poder de adulto. Dejando al otro fuera de mi ambiente, de mi interior, incluso de mi persona olvidándome incluso de que existe. Y Sin Excepciones , donde no cabe la posibilidad de deslizarse y "ser blando" al menos una vez . !Es que estamos tan ocupados¡......¿Será esa la causa de que los adutos nos olvidemos de los niños? ....Se me ha olvidado ir a buscar al niño al cole, ... ¡ Anda si se me ha olvidado que tengo que recoger al niño en la parada! ... Se me ha olvidado dejarlo en la guardería... y tantas más, que últimamente son noticia de actualidad en nuestra prensa.


¿No será que con tanto Prohibido Entrar Bajo Ningún Concepto y Sin Excepciones todo lo que queda fuera, se nos hace invisible? ¿ No será que en nuestro ritmo frenético y acelerado, no hay tiempo para los que tiene el paso corto y pequeño, y no entran en nuestros intereses? ¿Será que por debajo de un metro ya no vemos, ni oímos, ni sentimos?

Planteémonos por un momento que esto pueda ser así .

Cuando uno de mis pequeños duendes se acerca a "revolver" en mi mesa, en ese lugar del aula de difícil acceso , automáticamente digo: ¡oiga señorita ( o caballerete) en la mesa de la "sita" está prohibido tocar ( nunca se me ha ocurrido decir Bajo Ningún Concepto y Sin Excepciones ,pero casi) .Y en ese momento sale de mi espacio , de mi territorio y de mis posesiones. Sin plantearme que ese acercamiento suyo sea una llamada de atención, o de cariño, o de querer entrar en un terreno más allá de la "selva" que es la clase, de querer explorar al otro que en este caso soy yo . Además de ser ésta, una verdadera hazaña, ,acercarse al lugar desde donde todo se controla, al lugar más arriesgado del aula, al lugar donde todo es grande y está cerca. Donde habita la regla, la norma, la goma de borrar y ese boligrafo que escribe de color rojo en los cuadernos, descubriéndo todas las debilidades humanas que se cometen en ortografía.

Puede ser que ese acercarse a mirar, sea una incipiente vocación a periodista, de reportera de prensa rosa o lo que va a ser una vida dedicada a la investigación. ¡Quién sabe! Es un riesgo que hay que asumir. Y yo, por si acaso, asumo el riesgo de quitar el cartel de Prohibido, no vaya a ser que alguno de mis pequeños duendes se me "olvide" colgado de la mesa o debajo de ella y llegue a verme sola en un aula vacía y fria sin más compañia que lo que habita encima de esa mesa, de ese lugar donde está Prohibido Acercarse y Tocar.

domingo, 6 de julio de 2008

Mi narradora de cuentos



Tras un día de gran oleaje, la orilla de la playa quedaba plagada de peces y otros animales que se ahogaban por haber sido expulsados de su medio. Un anciano, que contemplaba aquel desolador paisaje, vio de repente un niño que corría y lanzaba cuantos animales podía de vuelta al mar. El anciano se acercó y le dijo:
-Chico, ¿por qué haces eso?, es inútil, apenas podrás salvar un puñado de peces frente a los miles que morirán sin que puedas hacer nada
A lo que el pequeño contestó:
-Con que uno de estos peces salve la vida, habrá merecido la pena.


(desconozco el autor)



Los cuentos siempre han sido una de mis lecturas favoritas,y esta pequeña naración, que bien podía empezar con un Erase una vez una bonita playa...., me ha hecho reflexionar y disfrutar de uno de los placeres que más satisfacen mi "yo" y alegran mi espíritu: el placer del trabajo realizado, llevado a termino y con el cual por pequeño e insignificante que sea el fruto me siento enormemente satisfecha.

Estamos en el final de un curso, un curso lleno de trabajo, ilusión, aprendizaje, camino, madurez y relación entre unos y otros. Imagino que en la playa de nuestro cuento la mar no siempre ha estado brava, ha habido momentos de remanso y paz, esos momentos como hemos tenido nosotros a la hora del cuento, o bien esas mañanas lluviosas que hasta el ruido de las aulas casi no se percibe porque la lluvia lo aplaca todo. También habrá habido pequeñas marejadillas, como las nuestras cuando los ánimos se exaltan porque Rubén ha traido un balón para jugar al futbol y ¡vaya por Dios! ha dicho la profe que hoy llueve y el recreo será en clase y por tanto queda prohibido el balón....esa rabia contenida y esa explosión de ganas de correr y jugar se escapa por los poros de la piel.

Pero el gran oleaje es ese que envuelve el planin de todo el curso , los objetivos , los contenidos, el aprendizaje, las actividades.....todo lo que tanto nos preocupa a los maestros y a la administración que quede bien claro , concreto , que se pueda evaluar y que esté recogido en memorias, planes generales y programaciones. Ahí en ese oleaje de listones y medidas donde un mismo agua ha de servir para todo tipo de peces, ahí es donde verdaderamente surge la "historia de salvación" de la que nuestro pequeño cuento habla, ahí es donde me doy por satisfecha si en ese oleaje que entran y salen y quedan fuera y se ahogan y vuelven y ; uno de ellos , al menos uno , ha disfrutado, ha sido feliz se ha salvado y ha aprovechado el medio para ser más y mejor personilla.Y algo de ello debe de haber pasado , al menos a mi "narradora de cuentos" (Nerea) a la que le digo el otro día:
-tú que cuentas tan bien los cuentos ¿porqué no les cuentas a los niños de dos años el cuento de Blancanieves? ¿qué te parece?
Ella me responde: - no puedo, son pequeños y sale una bruja mala a la que seguro que les da miedo -.
No tuve respuesta, sólo pensé ¿será que ella tiene miedo a la malvada bruja , o quizás sufre ya por el prójimo? ...Punto para reflexión y estudio.

Sea como sea ha merecido la pena el esfuerzo hecho en el curso .

lunes, 16 de junio de 2008

EDUCAR


Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca...
hay que medir, pesar, equilibrar...
.....y poner todo en marcha.

Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino...
un poco de pirata...
un poco de poeta...
y un kilo y medio de paciencia concentrada.


( G. Celaya)


Es cierto, educar, se puede comparar a poner el motor a una barca, cuando está colocado ...todo en marcha. Y el educador además de tener alma de marino,pirata y un poco poeta ha de ser un buen mecánico. De esos que llevan las manos untadas de grasa y la funda de trabajo bien sucia.
¿ Cómo se explica si no que la bata de la maestra esté limpia después de una semana de pintura, plastilina, rotuladores, comedor y patios?
Ya decía mi abuela que: "para hacer tortilla hay que romper huevos".

Es así que hace un fin de semana después de una dura jornada de trabajo, y una semana también de las fuertes, arrancamos a Madrid con los pequeños duendes de mi centro en un viaje Fin de Curso organizado por los padres. Sólo el hecho de montar en un autobús a las 5 de la tarde después del cole y un viernes con 5 horas y media de viaje por delante, nos hacía tener también alma de toreros. El viaje era a la Warner. La emoción, la ilusión y las ganas de llegar eran tan grandes que apagaban el cansancio y el sueño de los pequeños. El viaje fue tranquilo y la noche pasó rápida. Al día siguiente nos esperaban todos los personajes de Warner: Piolín , Tom y Jerry, Scooby, el pato Lucas, el correcaminos y como no Bus Bunny el conejo de la suerte. El día fue espléndido de calor y sol. Colas y colas de gente sufrimos para subir a las atracciones. ¡Es increible! Los que más protestábamos, los adultos. Los niños subían a todo , esperaban tranquílamente y sólo protestaban cuando no les dejaban subir por que no daban la talla : " hay que comer más y mejor" -decían las profes aprovechando. Así fuimos llegando al final del día y con ello a la hora de regresar. Montamos en el bus de vuelta a casa, rendidos por el cansancio y con otras 5 horas y media de viaje. El silencio en el bus era total y absoluto, ya no había protesta por las pelis : " jo, todas las ponéis de chicas" -decían algunos- al ver La Sirenita o La Cenicienta.
(Hay que ver, en mis tiempos estos cuentos no tenían sexo) Todos veníamos cansados y durmiendo como podíamos. Al llegar al final del viaje y despertar del dulce y plácido sueño, el pequeño Xurde que se desperezaba e incorporaba en su asiento , miró por la ventanilla y al ver al autobús parado frente a la escuela exclamo: !NOOOO, NO PUEDE SER. ¡
Cómo iba a poder ser , después de lo bien que lo habíamos pasado. Volver a la realidad.

La verdad es que el viaje fue una paliza, pero ha merecido la pena sólo por ver cómo disfrutaron los duendecillos. Mereció la pena "romper los huevos" para ver la tortilla recien hecha y oír a Xurde protestar por llegar al cole.

Para nosotras era un fin de semana de no descansar, de no poder lavar tan sólo la bata para quitar las manchas del trabajo de la semana, y empezar el lunes con ella aún llena de pintura, plastilina y tajadura. Pero con el alma de soñadores y poetas y sobretodo con kilos de paciencia concentrada y una nueva lección aprendida: ellos saben lo que quieren y no les importa invertir para conseguirlo.








sábado, 31 de mayo de 2008

Con ojos de niño

Un día en el expreso Soria-Monteverde,
vi subir a un hombre con una oreja verde.

Ya joven no era, sino maduro parecía
salvo la oreja que verde seguía.

Me cambié de sitio para estar a su lado
y observar el fenómeno bien mirado.

Le dije: Señor, usted tiene ya cierta edad;
digame, esa oreja verde, ¿le es de alguna utilidad?

Me contestó amablemente: Yo ya soy persona vieja,
pues de joven sólo tengo esta oreja.

Es una oreja de niño que me sirve para oir
cosas que los adultos nunca se paran a sentir:

oigo lo que los árboles dicen, los pájaros que cantan,
las piedras, los ríos y las nubes que pasan;

oigo también a los niños cuando cuentan cosas
que a una oreja madura parecerían misteriosas...

Así habló el señor de la oreja verde
aquel día, en el expreso Soria-Monteverde.

Gianni Rodari

Este bonito relato poético me hace recordar un libro con el que Francesco Tonucci, psicopedagógo italiano, bajo el seudónimo de Frato nos hace ver el mundo Con ojos de niño.
Utiliza el dibujo y el cómic para hacernos reflexionar a todos los docentes.
Os recomiendo la lectura de éste libro, es entretenido, y capaz de arrancarte una sonrisa a la vez que te cuestiona programas educativos, objetivos planteados en el aula, teorías pedagógicas y un montón de planes ideados por el maestro que no siempre coinciden con las necesidades e intereses de nuestros alumnos. ¿ Será acaso por que no miramos con ojos de niño? o ¿Será por que nuestra oreja ya no es verde?

Lo cierto es que cuando uno saca la oreja verde o mira con ojos de niño, las cosas se viven diferentes.

- Hoy - dice la profe (puedo ser yo, casi seguro que soy yo)- vamos a pintar con pintura de dedos.
- ¡Biennnnn!- la ovación es tan grande como la ilusión y la emoción.
- Pero, sólo utilizaremos un dedo -dice la profe-el dedo índice.
Comienza la tarea y nos subimos las mangas del mandilón. Los ojos brillan ante la emoción del derroche de imaginación y creatividad que esos pequeñajos llevan dentro.
- Vamos a pintar dentro de la letra "a", procurad no saliros- dice la profe.
El brillo de los ojos desparece a medida que ven el espacio limitado donde deben pintar.
Bueno, pero algo es algo y al menos hay pintura de dedos y con ello la posibilidad de embadurnarse sigue adelante.
-Recuerdo- dice la profe- que sólo utilizaremos el índice.
Al final de la tarea todos, o casi todos, han pintado con su índice la letra "a" ,han sido capaces de contener toda fuerza arrolladora capaz de llevarles a disfrutar manchándose hasta el último poro de la piel.
Todos, excepto uno...manos, cara, pelo, mesa, todo está lleno de color.
-Pero...¿qué ha pasado?-dice la profe- ¿no me has escuchado? ¿porqué estás todo pintado?Sólo el índice.
-Es que....¿dónde está el índice?
La profe se desarma, repliega velas. Y mira con ojos de niño, escucha con la oreja verde, sonríe para sus adentros y ...toma una decisión . Una tarde de éstas haremos taller de pintura de dedos líbremente,para que disfruten sin límites. Y así esa ovación (biennn) que contiene la emoción, la ilusión y el entusiasmo de esos pequeños artistas con ganas de manchar y dominar el mundo por medio de la pintura, pueda dar rienda suelta a los anhelos,ilusiones,incluso miedos, y como no, los sueños de mis pequeños duendes.

martes, 27 de mayo de 2008

"Creando lazos"

"¿Quién eres? -dijo el principito-.
-Soy un zorro.
-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-.¡Estoy tan triste!
- No puedo -contestó el zorro-. No estoy domesticado.
-¿Qué significa domesticar? dijo el principito.
-Es una cosa demasiado olvidada -dijo el zorro-. Significa : crear lazos."

Este es un trozo de uno de los capítulos más impresionantes del libro de Antoine de Saint-Exupéry, El principito. Y...¡quién iba a decirle a este autor que este capítulo sería hoy el fiel reflejo de lo que pasa día a día en un aula de educación infantil! (al menos en la mía).
Efectivamente, nos pasamos el día "domesticándonos" o sea, creando lazos. Desde el día que esos "pequeños duendes" entran por la puerta del aula, comienza la aventura: nos miramos mutuamente, con cierto recelo, muchas veces sin decirnos nada. Pues es verdad que la palabra a veces nos trae malentendidos. Poco a poco nos hemos ido aproximando unos a otros y ahora el viernes es víspera de descanso y también de despedida. El lunes llega con renovada alegría e ilusión, incluso emoción en el reencuentro.
Después de todo un curso juntos,de libros llenos de garabatos, de fichas con color , de cuadernos de números y letras que se abren paso en una caligrafía todavía torpe y temblona, lo que nos queda dentro es lo mejor: "el tiempo vivido " . Porque "solo lo esencial es invisible a los ojos".